Compromiso con el presente
Texto y selección de contenidos: Georges Tyras
Referente de la vida colectiva
Siendo intelectual, no podía serlo sino de manera comprometida Con la memoria, con su tiempo, con su ciudad, con su clase social, con la escritura. De ahí que siempre haya compaginado la intervención personal en la vida pública con una labor creativa que abarcaba el periodismo, la poesía, la novela, el ensayo y un largo etc. El ingreso en el PSUC tras un paso por el Felipe, la participación en La Pau: diari de la pau, contra la primera guerra del Golfo, la incansable busca del sujeto histórico de cambio, con los viajes a América Latina, son algunos datos, entre otros muchos, que atestiguan la dimensión de intelectual comprometido, que Manuel Vázquez Montalbán encarnó a pesar de todos los desengaños…
Selección de textos
- «Desde una perspectiva de izquierdas, uno se queda alucinado de que después de cien años de lucha obrera, en la que ha habido muchos muertos, la clase obrera que no ha conseguido ni una hora de trabajo libre ni veinte duros sin muertos tenga ahora que agradecer simplemente que la despidan con garantías. Eso implica una violación del código moral.» (Lola Díaz, «Vuelve Pepe Carvalho» (entrevista con MVM), Cambio 16, n˚ 653, 4 VI 1984)
- «El compromiso hasta 1978 se llamaba antifascismo, a partir de la aprobación de la Constitución se llamaba integrar a España en la plena modernidad, en todas las dimensiones, desde cualquier cargo.» (Manuel Vázquez Montalbán, «Tal como éramos», El hermano pequeño, Planeta, 1994, p. 127).
- «El compromiso con las ideas es el compromiso con la realidad y el saber qué es la realidad política, social, histórica desde siempre. Eso se asume cuando uno nace en un mundo de víctimas, de una guerra civil. Es un compromiso que no le abandona a uno en la vida y que le lleva a buscar instrumentos para cambiar las cosas. El compromiso político es como un matrimonio que se hace con infinidad de personas que comulgan con las mismas ideas.» (Manuel Vázquez Montalbán, Entrevista de Julio Luzán, La Calle, 23 X 1979.
- «El franquismo era feísimo, era una cutrez. Ni siquiera sus movimientos de masa tuvieron la grandeza morbosa de los del nazismo. Era una estética militarista, y daba la impresión de que a todo el mundo le olían los calcetines.» (Manuel Vázquez Montalbán, entrevista de Xavier Moret, El País, 26 de octubre de 1992).
- «Los historiadores del futuro, incluso los del presente, no habrán tenido la vivencia de la crueldad, la desfachatez, la mediocridad del franquismo. […] El franquismo fue un ruido, eso sí fue un ruido que interrumpió el mensaje de la democracia… de la libertad…» (Manuel Vázquez Montalbán, Autobiografía del general Franco. Planeta, 1992, p. 651)
- «Hubo un franquismo sociológico que aún pervive en mayor o menor medida y una retórica del franquismo que recuerda los mejores años, los que fueron de 1962 o 1963 a los primeros de la década de los setenta, y olvida los años de penurias y la crisis económica posterior, que se labró durante el franquismo. En muchos sectores del franquismo sociológico han mitificado los años económicamente buenos, pero hay que recordar que estos se basaron en exportar parados primero a Cataluña y al País Vasco y luego a Europa.» (Manuel Vázquez Montalbán, entrevista de Xavier Moret, El País, 26 de octubre de 1992).
- «La destrucción de su paisaje y de sus personajes era total. No se reconocía en la ciudad. […] la ciudad posolímpica, abierta al mar, surcada por vías rápidas, en plena destrucción el barrio Chino, las avionetas de lo políticamente correcto sobrevolando la ciudad, fumigándola para matar sus bacterias, sus virus históricos, las luchas sociales, el lumpen, ciudad sin ingles ya, ciudad de ingles extirpadas, convertida en un- teatro profiláctico para interpretar la farsa de la modernidad.» (Manuel Vázquez Montalbán, Quinteto de Buenos Aires. Planeta, 1997, p. 16-17)
- «Tal vez se me supone [el barcelonismo] porque casi toda mi literatura está hecha desde la barcelonía del espacio que comparto y del tiempo que he vivido. |…] Me he dejado llevar por una serie de falsedades insuficientes: un falso espontaneísmo, un no menos falso automatismo de la memoria personal y culta y un indemostrable esfuerzo erudito, en el que no insisto para no invadir la parcela de los historiadores, científicos sociales a los que respeto y admiro. No es un libro “poético”, ni un libro “histórico”, sino una crónica documentada pero subjetiva, según el método que ya ensayé en el pasado para escribir.» (Manuel Vázquez Montalbán, “prólogo”, Barcelonas. Empurias, 1987, p. 7)
- «Sigo creyendo en la división del trabajo, en que si unos cuantos practicamos un trabajo que consiste en acumular saber y distribuirlo mediante el lenguaje, eso implica una responsabilidad social. Que la asumas o no es otra cuestión; que la asumas de una manera más o menos explícita también es un hecho libre. Yo parto de que si has asumido una determinada posición debes aclararlo con los códigos precisos. No puedes escribir poesía denunciando a Bush, o convertir la novela en un territorio de divulgación ideológica. Pero tampoco tienes que ocultar lo que piensas, porque la política también es una materia literaria.» «Defensa de la utopia». Revista Fusión. Noviembre, 2002.
- «Me gustaría saber escribir […] para contar todo esto, porque nadie lo contará nunca y esta gente se morirá cuando se muera, no sé si usted lo habrá pensado alguna vez. Saber expresarse, saber poner por escrito lo que uno piensa y siente es como poder enviar mensajes de náufrago dentro de una botella a la posteridad. Cada barrio debería tener un poeta y un cronista, al menos, para que dentro de muchos años, en unos museos especiales, las gentes pudieran revivir por medio de la memoria.» (Manuel Vázquez Montalbán, El pianista. Seix Barral, 1985, p. 138-39).
- «Del trabajo de Kalfon [Pierre Kalfon, Ernesto Che Guevara, una leyenda de nuestro siglo) destaco la oposición del imaginario del guerrillero incomunicado, Guevara, y del guerrillero mediático, el subcomandante Marcos; tal vez Guevara fuera el último representante de la dramaturgia de la revolución armada y Marcos el primero de la revolución televisada, a pesar de que Frank Zappa cantara en los años sesenta: “No. La revolución no será televisada”. En cualquier caso, Guevara y Marcos parecen hijos de aquel encuentro mágico o tal vez exclusivamente lúdico entre Marx y Rimbaud soñado en todos los mayos de los años sesenta: cambiar la Vida, cambiar la Historia.»(Manuel Vázquez Montalbán, “El Che en el supermercado de la transgresión”. Le Monde, 9 X 1997 (con título « Un cauchemar pour la pensée unique»)
- «El problema ahora es saber quién es el sujeto histórico de cambio, es decir, quién quiere o necesita cambiar las cosas. Y aquí, dentro del grado actual de desarrollo del capitalismo que se llama globalización, estaríamos en el terreno de los perdedores. Así como en la etapa del esclavismo se habló del amo y el esclavo, en la etapa posterior de la aristocracia y la burguesía, luego de la burguesía y el proletariado, ahora tenemos planteada una tensión entre globalizadores y globalizados.» . («Defensa de la utopía». Revista Fusión. Noviembre, 2002).
- «Desde una perspectiva de izquierdas, uno se queda alucinado de que después de cien años de lucha obrera, en la que ha habido muchos muertos, la clase obrera que no ha conseguido ni una hora de trabajo libre ni veinte duros sin muertos tenga ahora que agradecer simplemente que la despidan con garantías. Eso implica una violación del código moral.» (Lola Díaz, «Vuelve Pepe Carvalho» (entrevista con MVM), Cambio 16, n˚ 653, 4 VI 1984)
- «El compromiso hasta 1978 se llamaba antifascismo, a partir de la aprobación de la Constitución se llamaba integrar a España en la plena modernidad, en todas las dimensiones, desde cualquier cargo.» (Manuel Vázquez Montalbán, «Tal como éramos», El hermano pequeño, Planeta, 1994, p. 127).
- «El compromiso con las ideas es el compromiso con la realidad y el saber qué es la realidad política, social, histórica desde siempre. Eso se asume cuando uno nace en un mundo de víctimas, de una guerra civil. Es un compromiso que no le abandona a uno en la vida y que le lleva a buscar instrumentos para cambiar las cosas. El compromiso político es como un matrimonio que se hace con infinidad de personas que comulgan con las mismas ideas.» (Manuel Vázquez Montalbán, Entrevista de Julio Luzán, La Calle, 23 X 1979.
- «El franquismo era feísimo, era una cutrez. Ni siquiera sus movimientos de masa tuvieron la grandeza morbosa de los del nazismo. Era una estética militarista, y daba la impresión de que a todo el mundo le olían los calcetines.» (Manuel Vázquez Montalbán, entrevista de Xavier Moret, El País, 26 de octubre de 1992).
- «Los historiadores del futuro, incluso los del presente, no habrán tenido la vivencia de la crueldad, la desfachatez, la mediocridad del franquismo. […] El franquismo fue un ruido, eso sí fue un ruido que interrumpió el mensaje de la democracia… de la libertad…» (Manuel Vázquez Montalbán, Autobiografía del general Franco. Planeta, 1992, p. 651)
- «Hubo un franquismo sociológico que aún pervive en mayor o menor medida y una retórica del franquismo que recuerda los mejores años, los que fueron de 1962 o 1963 a los primeros de la década de los setenta, y olvida los años de penurias y la crisis económica posterior, que se labró durante el franquismo. En muchos sectores del franquismo sociológico han mitificado los años económicamente buenos, pero hay que recordar que estos se basaron en exportar parados primero a Cataluña y al País Vasco y luego a Europa.» (Manuel Vázquez Montalbán, entrevista de Xavier Moret, El País, 26 de octubre de 1992).
- «La destrucción de su paisaje y de sus personajes era total. No se reconocía en la ciudad. […] la ciudad posolímpica, abierta al mar, surcada por vías rápidas, en plena destrucción el barrio Chino, las avionetas de lo políticamente correcto sobrevolando la ciudad, fumigándola para matar sus bacterias, sus virus históricos, las luchas sociales, el lumpen, ciudad sin ingles ya, ciudad de ingles extirpadas, convertida en un- teatro profiláctico para interpretar la farsa de la modernidad.» (Manuel Vázquez Montalbán, Quinteto de Buenos Aires. Planeta, 1997, p. 16-17)
- «Tal vez se me supone [el barcelonismo] porque casi toda mi literatura está hecha desde la barcelonía del espacio que comparto y del tiempo que he vivido. |…] Me he dejado llevar por una serie de falsedades insuficientes: un falso espontaneísmo, un no menos falso automatismo de la memoria personal y culta y un indemostrable esfuerzo erudito, en el que no insisto para no invadir la parcela de los historiadores, científicos sociales a los que respeto y admiro. No es un libro “poético”, ni un libro “histórico”, sino una crónica documentada pero subjetiva, según el método que ya ensayé en el pasado para escribir.» (Manuel Vázquez Montalbán, “prólogo”, Barcelonas. Empurias, 1987, p. 7)
- «Sigo creyendo en la división del trabajo, en que si unos cuantos practicamos un trabajo que consiste en acumular saber y distribuirlo mediante el lenguaje, eso implica una responsabilidad social. Que la asumas o no es otra cuestión; que la asumas de una manera más o menos explícita también es un hecho libre. Yo parto de que si has asumido una determinada posición debes aclararlo con los códigos precisos. No puedes escribir poesía denunciando a Bush, o convertir la novela en un territorio de divulgación ideológica. Pero tampoco tienes que ocultar lo que piensas, porque la política también es una materia literaria.» «Defensa de la utopia». Revista Fusión. Noviembre, 2002.
- «Me gustaría saber escribir […] para contar todo esto, porque nadie lo contará nunca y esta gente se morirá cuando se muera, no sé si usted lo habrá pensado alguna vez. Saber expresarse, saber poner por escrito lo que uno piensa y siente es como poder enviar mensajes de náufrago dentro de una botella a la posteridad. Cada barrio debería tener un poeta y un cronista, al menos, para que dentro de muchos años, en unos museos especiales, las gentes pudieran revivir por medio de la memoria.» (Manuel Vázquez Montalbán, El pianista. Seix Barral, 1985, p. 138-39).
- «Del trabajo de Kalfon [Pierre Kalfon, Ernesto Che Guevara, una leyenda de nuestro siglo) destaco la oposición del imaginario del guerrillero incomunicado, Guevara, y del guerrillero mediático, el subcomandante Marcos; tal vez Guevara fuera el último representante de la dramaturgia de la revolución armada y Marcos el primero de la revolución televisada, a pesar de que Frank Zappa cantara en los años sesenta: “No. La revolución no será televisada”. En cualquier caso, Guevara y Marcos parecen hijos de aquel encuentro mágico o tal vez exclusivamente lúdico entre Marx y Rimbaud soñado en todos los mayos de los años sesenta: cambiar la Vida, cambiar la Historia.»(Manuel Vázquez Montalbán, “El Che en el supermercado de la transgresión”. Le Monde, 9 X 1997 (con título « Un cauchemar pour la pensée unique»)
- «El problema ahora es saber quién es el sujeto histórico de cambio, es decir, quién quiere o necesita cambiar las cosas. Y aquí, dentro del grado actual de desarrollo del capitalismo que se llama globalización, estaríamos en el terreno de los perdedores. Así como en la etapa del esclavismo se habló del amo y el esclavo, en la etapa posterior de la aristocracia y la burguesía, luego de la burguesía y el proletariado, ahora tenemos planteada una tensión entre globalizadores y globalizados.» . («Defensa de la utopía». Revista Fusión. Noviembre, 2002).
Aportaciones
Audiovisuales y canciones
Resistencia. A: Epílogo. Canal+. 18 d’octubre del 2002.4:53 – 5:27
Desencanto. A: Manuel Vázquez Montalbán a Fondo. Entrevista de Joaquín Soler Serrano. Editrama. 21 d’octubre del 1979. 42:55 – 43:55
Militantismo. A: Manuel Vázquez Montalbán a Fondo. Entrevista de Joaquín Soler Serrano. Editrama. 21 d’octubre del 1979. 46:49 – 48:27
Tatuaje. Música de Manuel Quiroga; letra de Rafael de León y Xandro Valerio. Interpretada por Concha Piquer. VintageMusic.es
Suspiros de España. Música de Antonio Álvarez Alonso; letra de José Antonio Álvarez Cantos. Interpretada por Estrella Morente. Universal Music Group.